Por ello hay tejedoras que llevan adelante 2 o más proyectos a la vez, así descansan de uno y adelantan otro. En mi caso, si tengo entre manos una larga tarea, elijo intercalar otra más corta que me dé la alegría (o no) de verla terminada en un breve plazo.
Este fue el motivo que dio origen a la Bufanda de Alei.
En realidad cuando comencé a tejer no pensaba en una bufanda, sino en hacer una muestra de punto tunecino para variar. Pero al ver el resultado pensé que era una lástima desperdiciar tiempo, trabajo, lana y aquel trozo, que iba siendo bonito y que acabaría en un cajón sin pena ni gloria.
Y allí empezó el viaje. Combinando varios restos de lanas (100% merino)
¡A punto para regalo!
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