viernes, 19 de febrero de 2016

FLORES DE OTOÑO II

Ay, como apuntaba antes se necesita constancia para ir construyendo punto a punto y vuelta a vuelta toda una espalda, 2 delanteros, 2 mangas y... todo lo que haga falta.

Por ello hay tejedoras que llevan adelante 2 o más proyectos a la vez, así descansan de uno y adelantan otro. En mi caso, si tengo entre manos una larga tarea, elijo intercalar otra más corta que me dé la alegría (o no) de verla terminada en un breve plazo.

Este fue el motivo que dio origen a la Bufanda de Alei

En realidad cuando comencé a tejer no pensaba en una bufanda, sino en hacer una muestra de punto tunecino para variar. Pero al ver el resultado pensé que era una lástima desperdiciar tiempo, trabajo, lana y aquel trozo, que iba siendo bonito y que acabaría en un cajón sin pena ni gloria.

Y allí empezó el viaje. Combinando varios restos de lanas (100% merino)

y avanzando como un tren rápido por sus raíles. Con una bufanda no hay problema de medidas: cuando crees que es lo suficientemente larga, cortas. Un buen remate de ganchillo todo alrededor y... se acabó.

¡A punto para regalo!



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