domingo, 8 de febrero de 2015

MEDITACIONES TEJERILES II

  
  En una entrada anterior comentaba el tema de la DISCIPLINA, esa cosa que mi naturaleza salvaje rechaza, pero mi conciencia racional está empeñada en implantar en mi curriculum de desarrollo como persona humana. Del tira y afloja entre ambas tendrá que resultar un equilibrio eficaz. Veremos cómo se irá produciendo el asunto…

  Una experiencia en este sentido ha sido la siguiente:

  Llegó a mis manos una lana procedente de Biella, una ciudad del Norte de Italia especializada en la industria lanera. Colores cálidos, matizados, buena textura, agradable de tejer (*). Desde hace poco he dejado el ganchillo para ejercitarme con las agujas y esta vez opté por tejer un par de calentadores para mi hija.
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(*)   Arcobaleno Colora, de Le Lane di Biella



Hasta aquí nada de particular. Pero hete aquí que el Deseo y la Prisa, desoyendo los consejos de la Disciplina, se lanzaron a tejer sin freno (o sea, sin tomar medidas exactas y sobre todo, ignorando la célebre "muestra de tensión"). 




  Cuando esto ocurre, en el mejor de los casos la prenda cobra vida por su cuenta y desborda las previsiones del proyecto. Así ocurrió, y las dos prendas destinadas a calentar piernas y tobillos se transformaron en un juego de prendas polivalentes:



Manguito


Cuello abrigador



Pasamontañas


  A la vista del desenlace, mi conciencia racional se puso firme y ordenó repetir la prueba del calentador con una mayor atención y eficacia.

  Y aquí está el resultado (**), de momento aún en espera de su verificación "in corpore" :



   (**) Par de calentadores tejidos con Leda, de Ofil


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